Trina Loreto C. I. 8.790.546
La Cabeza Bien Puesta, Repensar la Reforma, Reformar el
Pensamiento", Edgar Morin (1999)
El análisis presentado por el Dr. Morín en su obra LA CABEZA BIEN PUESTA, nos permite reflexionar
en el papel que nos corresponde a todos los educadores como corresponsables de
la formación de las generaciones que pasan por nuestras manos. De allí que
debemos asumir nuestro rol en el entendimiento de que somos parte de una
sociedad que debe irse desarrollando en la medida en que la educación se
transforma hacia el logro del cumplimiento
de los objetivos, orientados hacia la búsqueda de un mundo mejor; por lo
que, se hace necesario que el conocimiento se adquiera integrado y relacionado
para que el fruto sea una persona capaz de asumir su compromiso con sentido
humano.
Por lo tanto, para Morin enseñar la condición
humana implica crear condiciones en las cuales cada persona reconozca su
identidad terrenal, revelando lo humano de la humanidad y su pertenencia a una
comunidad de destino, a una tierra-patria,
pero a la vez ese conocimiento ha de venir acompañado por la enseñanza,
en donde el proceso formativo esté guiado en aprehender al ser humano, situado
en el universo y a interrogarse sobre nuestro devenir.
Con esta obra, Morin quiso sentar las bases para una verdadera
reforma educativa. Más allá de la connotación reduccionista que puede
significar el término enseñanza en el sentido de instrucción, Morin plantea una
enseñanza educativa cuya misión habría de ser, no sólo la transmisión de
conocimientos, sino de una cultura que permita comprender nuestra condición y
ayudarnos a vivir.
Ahora bien, una verdadera reforma educativa,
requiere un profundo cambio en los esquemas tradicionales de enseñanza, es decir
que trascienda a la reforma curricular. Una postura abierta a la realidad en
sus múltiples facetas, enmarcada en una dialógica de aspectos que pueden ser,
al mismo tiempo, antagónicos y complementarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario