viernes, 15 de julio de 2011

EMERGENTISMO, COMPLEJIDAD Y TRANSDISCIPLINARIEDAD

FACILITADOR:
Dra. Lilia Moncada

PARTICIPANTE:
Silvera, María C.I. 13.680.720
Loreto, Trina C.I. 8790546
Ponte Mayury C.I: 11365909



COMPLEJIDAD

Es la cualidad de lo que está compuesto de diversos elementos. En términos generales, la complejidad tiende a ser utilizada para caracterizar algo con muchas partes que forman un conjunto intrincado. Desde un punto de vista etimológico, la palabra complejidad es de origen latino, proviene de complectere, cuya raíz plectere significa trenzar, enlazar. El agregado del prefijo “com” añade el sentido de la dualidad de dos elementos opuestos que se enlazan íntimamente, pero sin anular su dualidad. De allí que “complectere” se utilice tanto para referirse al combate entre dos guerreros, como al entrelazamiento de dos amantes. La complejidad y sus implicaciones son las bases del denominado pensamiento complejo de Edgar Morin.
El acercarse a la teoría de la complejidad implica  todo un reto porque derrumba el viejo paradigma aristotélico de la teoría analítica, en que el mundo podía ser explicado partiendo de un análisis, y si bien esta teoría fundamentó el conocimiento hasta todavía hace poco tiempo, el avance tecnológico la hace parecer obsoleta, porque el conocimiento científico avanza de manera tan vertiginosa, que no da tiempo siquiera de entenderlo y mucho menos de explicarlo, cuando nuevos adelantos surgen día a día.
Antes de entrar a la teoría de la complejidad, parece, sin embargo, de primordial importancia, remitirse al origen mismo del concepto “teoría”.      Teoría, según su origen semántico, equivale a teatro, ver, o hacer un espectáculo, la  teoría;  el concepto entonces, forma una idea, una manera de mirar el mundo.  Lo cual implica que al hablar de una teoría  se está necesariamente hablando de  una forma de conocimiento, sin que por ello, tal premisa implique, que tal sea exactamente el conocimiento.
El mundo antiguo, en su búsqueda de conocimiento,  instrumentó la teoría analítica, como su manera de explicar el mundo.  Esta teoría sirvió para explicar el cosmos, el microcosmos, nuestro mundo y sus relaciones por centurias, marcando el paradigma escolástico, que aunque Descartes derrumba con sus descubrimientos científicos, el análisis empero sirvió de fundamentación a paradigmas venideros.
A la revolución del conocimiento, con sus nuevos avances tecnológicos y adelantos científicos no le es ya funcional esta teoría y empieza a acusársele de reduccionista y universalista, al tratar de explicar todo linealmente y de basarse demasiado en la lógica. 
Sin embargo, no hay que olvidar que los pensamientos y acciones del ser humano están permeados de diferencias y distinciones; lo que permite deducir que todas las teorías son modos de observar, que no son verdaderos ni falsos, sino más  claros en ciertos campos y nada claros cuando se extienden más allá de estos campos.
Ahora bien, la gran aportación de la teoría de sistemas complejos es tratar de tomar en cuenta la unidad contra la diversidad, la fragmentación con la totalidad, pues La fragmentación produce continuamente la costumbre casi universal de pensar que el contenido de nuestro pensamiento es una descripción del mundo tal como es  y lo aceptemos o no, el arte, la ciencia, la tecnología y el trabajo humano en general, están divididos en especialidades y cada una de ellas se considera que está en esencia separada de las demás, al igual que el ser humano.
Su principio de imposibilidad de aislar las unidades elementales simples en la base del universo físico, es incuestionable, todo está interconectado y organizado, aún en el caos aparente, hay orden, jerarquías y consecuencias que recaen necesariamente en el todo y en los subtodos del sistema, pese a su diversidad, por lo cual la relación entre el observador/conceptuador y el objeto observado o concebido es necesaria.

PRIGOGINE Y COMPLEJIDAD:
Científico de origen ruso. Nacido en Moscú, llevado de niño a Bélgica, ganó el premio Nobel porque mostró cómo estructuras químicas y de otro tipo pasan a estadios más elevados de diferenciación y complejidad mediante una combinación de azar y necesidad. Se sintió desconcertado por una aparente contradicción. Por una parte, estaba la creencia del físico en la entropía, según la cual el Universo camina a la destrucción y que todas las pautas organizadas deben acabar desapareciendo. Por otra, estaba el reconocimiento del biólogo de que la vida misma es organización y de que continuamente estamos creando organizaciones cada vez más elevadas y complejas. La entropía apuntaba en una dirección; la evolución en otra.
 Esto lo llevó a preguntar cómo surgen formas superiores de organización, y a largos años de búsqueda en el campo de la química y en el de la física para encontrar la respuesta. Prigogine señala que en cualquier sistema complejo, desde las moléculas de un líquido hasta las neuronas de un cerebro o el tráfico de una ciudad, las partes del sistema están siempre experimentando cambios en pequeña escala, están en constante flujo. El interior de cualquier sistema se haya estremecido de fluctuaciones.
Cuando entra en juego la realimentación negativa, estas fluctuaciones quedan amortiguadas o suprimidas, y mantenido el equilibrio del sistema. Pero cuando funciona la realimentación amplificadora o positiva, algunas de estas fluctuaciones pueden resultar tremendamente magnificadas..., hasta el punto de verse amenazado el equilibrio de todo el sistema.
Sugiere que se puede considerar la evolución misma como un proceso que conduce hacia organismos biológicos y sociales crecientemente complejos y diversificados a través del nacimiento de nuevas estructuras disipadoras de orden superior.
La obra de Prigogine no sólo combina el azar y la necesidad, sino que especifica realmente sus mutuas relaciones. En resumen, sugiere que en el preciso momento en que una estructura salta a un nuevo estado de complejidad, es imposible, en la práctica e incluso en el terreno de los principios, predecir cuál de muchas formas va a adoptar. Pero, una vez elegido un camino, una vez que ha nacido la nueva estructura, vuelve a dominar el determinismo.
En un sugestivo ejemplo, Prigogine describe cómo crean las termitas sus altamente estructuradas madrigueras a partir de una actividad aparentemente desprovista de toda estructuración. Empiezan moviéndose en una superficie de forma casual, desorganizada, deteniéndose acá y allá para depositar sus secreciones. Estos depósitos quedan distribuidos al azar, pero la sustancia contiene un atrayente químico que impele a otras terminas a acudir.
De esta manera, las secreciones comienzan a acumularse en unos cuantos lugares y van formando gradualmente una columna o una pared, Si estas construcciones están aisladas, el trabajo se detiene. Pero si están próximas una de otra, resulta un arco, que se convierte luego en la base de una compleja arquitectura de la madriguera. Lo que empieza con una actividad casual acaba por convertirse en estructuras sumamente refinadas y organizadas. Vemos como dice Prigogine la espontánea formación de estructuras coherentes.”El orden surgido del caos”
Todo esto ataca a la vieja causalidad. Prigogine lo resume del modo siguiente: Las leyes de la estricta causalidad se nos aparecen hoy como situaciones limitativas, aplicables a cosas altamente idealizados, casi como caricaturas de la descripción del cambio... La ciencia de la complejidad... conduce a una concepción completamente diferente.
En lugar de permanecer apresados en un universo cerrado que funciona como un reloj mecánico, nos encontramos en un sistema mucho más flexible en el que siempre existe la posibilidad de que alguna inestabilidad conduzca a algún nuevo mecanismo.




EMERGENTISMO

La emergencia o surgimiento hace referencia a aquellas propiedades o procesos de un sistema no reducibles a las propiedades o procesos de sus partes constituyentes. El concepto de emergencia se relaciona estrechamente con los conceptos de autoorganización y superveniencia y se define en oposición a los conceptos de reduccionismo y dualismo.
El segundo tipo de monismo materialista es el emergentista. Al igual que los reduccionistas, el monismo emergentista niega la existencia de la mente como realidad inmaterial e independiente del cuerpo o del cerebro. También coinciden en que los procesos mentales son procesos resultantes de nuestro sistema nervioso central.
Pero la diferencia con respecto al monismo reduccionista es que los emergentistas mantienen que la complejidad de los procesos mentales no se pueden explicar sin más reduciéndolos a sus reacciones físico-químicas. Se trata de sostener que la mente es como una totalidad sistémica que no equivale a sus elementos simples (el todo es mayor que la suma de sus partes). La suma de estos elementos conforma una estructura compleja que los sobrepasa, alcanzando un funcionamiento peculiar que si queremos comprender no podemos reducir a las propiedades de sus elementos individuales. Eso es lo que se entiende por emergencia: dicha totalidad sistémica compleja que es la mente alcanza, ha logrado la emergencia o nacimiento de cualidades y funciones nuevas que no están presentes en las neuronas que lo componen. Los contactos sinápticos son la base del funcionamiento cerebral, pero este funcionamiiento y los procesos mentales que produce no se pueden reducir a tales contactos. El cerebro humano no es una simple máquina o computadora, es mucho más complejo.
Mario Bunge (Buenos Aires, 21 de septiembre de 1919). Físico, filósofo y epistemólogo argentino, además de humanista. Es reconocido también por expresar públicamente su postura contraria a las pseudociencias. Es uno de defensores actuales del monismo emergentista
El monismo emergentista es monista por reducirlo todo a la materia pero viene a sostener que la compleja evolución de la materia ha hecho posible la emergencia de estratos de realidad como la mente humana que no podemos explicar, ni reducir a los niveles o estratos inferiores. El nivel físicoquímico primario es superado por la emergencia de lo biológico, con sus propias características, y éste por la emergencia de lo psíquico, con sus nuevas características. En cada nivel superior emergen o surgen nuevas características.
           Lo psíquico supone la emergencia final de los estratos o niveles anteriores. También los animales poseen un psiquismo aunque menos complejo. En ningún caso se trata de una realidad distinta sino, volvamos a decirlo, de la emergencia de un mayor nivel de complejidad que antes caracterizaba a lo biológico o a lo físicoquímico. 
Los pasos de esta evolución serían: la materia inerte de carácter físicoquímico, lo biológico (seres vivos), el sistema nervioso y su coronación cerebral que da paso a lo mental.

STENGERS

La profesora Stengers es quizá una de las pensadoras más influyentes y celebradas, debido sobre todo a sus escritos acerca de la filosofía de la ciencia. Trabaja como profesora asociada en filosofía de la ciencia en la Universidad Libre de Bruselas, y recibió, en 1993, el gran premio de filosofía que otorga la Academia Francesa. Stengers ha elaborado extensos textos acerca del filósofo anglo-norteamericano Alfred North Whitehead, y otro de sus trabajos incluyó a filósofos franceses Michel Serres y Gilbert Simondon. Notable por su propia obra filosófica, la profesora Stengers ha colaborado con intelectuales tan destacados como Leon Chertok, Ilya Prigogine y Bruno Latour. Isabelle Stengers, nacida en 1949, es una filósofa (historiadora de la ciencia y epistemóloga, específicamente) de nacionalidad belga, hija del historiador Jean Stengers, también belga. Se graduó en Química en la Universidad Libre de Bruselas.

TRANSDISCIPLINARIEDAD
Dado que la vida personal, social e institucional, en el mundo actual, se ha vuelto cada vez más compleja en todas sus dimensiones, y que para comprenderla se requieren nuevos conceptos; entre estos  se destaca el de “transdisciplinariedad”, se trata de  un “movimiento” intelectual y académico denominado , el cual desea ir “más allá” (trans), no sólo de la uni-disciplinariedad, sino también, de la multi-disciplinariedad y de la inter-disciplinariedad.
 Aunque la idea central de este movimiento no es nueva, su intención es superar la parcelación y fragmentación del conocimiento que reflejan las disciplinarias particulares y su consiguiente hiperespecialización, y, debido a esto, su incapacidad para comprender las complejas realidades del mundo actual, las cuales se distinguen, precisamente, por la multiplicidad de los nexos, de las relaciones y de las interconexiones que las constituyen.
            En el enfoque del CIRET, la transdisciplinariedad es radicalmente distinta de la interdisciplinariedad. La interdisciplinariedad trata de la transferencia de métodos entre disciplinas. Como la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad desborda las disciplinas pero sus objetivos aún permanecen en el seno de la trama de las investigaciones disciplinares.
Como el prefijo "trans" indica, la transdisciplinariedad (un término introducido en 1970 por Jean Piaget) implica aquello que está al mismo tiempo entre las disciplinas, a través de las diferentes disciplinas, y más allá de cada disciplina individual. Su objetivo es la comprensión del mundo actual, para lo cual uno de los imperativos es la unidad del conocimiento global.
La transdisciplinariedad es definida por Basarab Nicolescu mediante tres postulados metodológicos: la existencia de niveles de Realidad, la lógica de los intermedios incluidos, y la complejidad. En presencia de variados niveles de Realidad el espacio entre las disciplinas y más allá de las disciplinas está lleno de información. Las investigaciones disciplinares implican, como mucho, a un mismo nivel de Realidad, aunque, en la mayoría de los casos, sólo involucra a fragmentos de un nivel de realidad. Por el contrario, la transdisciplinariedad implica la dinámica engendrada por la acción de varios niveles de la Realidad a un mismo tiempo.
La transdisciplinariedad ha sido definida desde diversas perspectivas por un sinnúmero de investigadores y pensadores.      Entre estos intelectuales es relevante  mencionar pensadores de la talla de Emilio Roger Ciurana, Jorge Mario Jáuregui, Edgar Morin y Raúl Domingo Motta. Las ideas planteadas por este conjunto de investigadores permitirán tener una visión amplia del tema y un contexto concreto para iniciar el análisis de un tema que de por sí es complejo.
            Comenzaremos con Ciurana (2005) quien visualiza la transdisciplinariedad tomando en consideración los siguientes postulados señalando, además, que ésta implica:
1.         Pensar organizacionalmente y en circularidad constructora.
2.         Pensar de manera multidimensional frente al pensar unidimensional y reductor de entidades complejas a entidades simples.
3.         Pensar según un principio dialógico que  sitúe en un mismo espacio de pensamiento procesos a la vez complementarios y antagonistas.
4.         Pensar según un principio de unidad en la diversidad y de diversidad en  la unidad.
5.         Pensar distinguiendo y uniendo allí donde solo aislamos y separamos.
6.         Pensar de forma compleja allí donde gobierna la disyunción y la reducción.
Por otra parte, Jáuregui (2005) plantea que la transdisciplinariedad apunta hacia la “intersección de diferentes disciplinas” desde “múltiples visiones simultáneas del objeto de estudio”. Asimismo, este autor propone que la transdisciplinariedad genera tres procesos básicos:
1.         Proceso pragmático o de impacto social.
2.         Proceso comunicativo
3.         Proceso sistémico dentro de un contexto de redes y donde se comparten experiencias.

Quizás uno de los pensadores más conocidos en la actualidad en relación a la transdisciplinariedad es Edgar Morin quien entiende este proceso de pensamiento como un “movimiento intelectual y académico” lo cual puede visualizarse como una limitación al no haberse extendido fuera del ámbito científico o meramente formal.
            Morin (2002), considera que la transdisciplinariedad es un proceso organizador estructurado por las siguientes dimensiones:

1.         Dimensión psicológica
2.         Dimensión cognitiva
3.         Dimensión epistemológica
4.         Dimensión ontológica
5.         Dimensión sistémica
Finalmente, Motta (2005) presenta un visión sobre la transdisciplinariedad muy similar a Edgar Morin con quien ha trabajado y publicado algunas obras en conjunto. Quizás, la diferencia entre estos dos pensadores resida en que Morin como ya se señaló habla de un proceso organizador mientras que Motta lo ve como un proceso integrador, coincidiendo en las dimensiones que componen la postura transdisciplinar.





REFERENCIAS

www.tlalpan.uvmnet.edu/.../POStemasvariosdesistemasyeducacion.pdf 
http://microsofia.com/filosofia/tema_03/08.html


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